Soy una mujer Dreamhunter

Hace pocos días, explicándole a una amiga la filosofía de lo que yo entiendo por viajes Dreamhunter, surgió la idea de lo que para ella significaría ser una mujer Dreamhunter. Esto fue lo que me dijo, y es lo que quiero compartir hoy con todos vosotros:

«La mujer que elige un viaje con Dreamhunter es porque quiere más. No va con ella el ver un país con un circuito programado al milímetro con el guía de turno y la pulserita puesta del todo incluido.

Esa mujer huye de lo cotidiano, quiere conocer a fondo el país, su cultura y su gente. Quiere disfrutar coleccionando momentos, sintiendo una puesta de sol, perdiéndose en el laberinto de las calles, probando la comida típica del lugar y hablar con la gente. No le importa en qué hotel se alojará y si tendrá todo tipo de comodidades. Para ella, eso no tiene importancia. Quiere más y eso significa que durante el viaje se reencontrará con ella misma, dándose cuenta de muchísimas cosas, dónde aflorará su auténtica esencia, su auténtico yo.

Puede sentir cierto desconcierto por la proximidad del viaje, por visitar un lugar diferente, por adentrarse en una cultura desconocida, pero ese desconcierto en vez de hacerla huir le da alas para seguir adelante. Ella sabe que puede mirar de frente, sin apartar la vista y dar un paso decidido hacia delante.

No se acuerda de la rutina diaria, ni de las obligaciones, sólo le importa el presente, “ese presente”. Está preparada para que ese viaje le marque y le sirva como aprendizaje para sentirse mejor y será el punto de partida de un cambio personal.»

Y tú, como crees de debe ser una mujer Dreamhunter?

Los beneficios de viajar

Mucho se ha hablado de los beneficios de viajar, pero aquí me voy a centrar en aquellos que actúan directamente sobre nuestro desarrollo personal.

Una de las cosas que favorece el viajar, es romper con las rutinas, tanto las que provienen de las propias actividades cotidianas, como las emocionales. Ello nos ayuda a salir de la zona confort y a adentrarnos en la zona de aprendizaje, lo que ayuda a abrir la mente y a visualizar diferentes opciones ante circunstancias que en nuestro ambiente cotidiano tenemos automatizadas. (Por poneros un ejemplo, acostumbro a comprar en el mismo supermercado, por precio y calidad, al abandonar la zona que domino, debo adaptarme a la nueva circunstancia, buscar, comparar, preguntar…). Además de ello, el viajar nos enseña a conocer realmente los lugares por los que pasamos, no simplemente lo que nos cuentan las noticias o los periódicos, esto nos ayuda a ser mas tolerantes ya tener una mentalidad mas flexible.

Lo que mas aprecio de viajar, es el trabajo de autonomía tanto social como personal, además de que se agudizan al máximo los sentidos, lo que te hace ser más rápido a la hora de dar respuesta a momentos de incertidumbre. Todo ello supone que estas constantemente en presente y los problemas pasados y las imágenes de futuras pasan a ser un segundo plano. El presente, el aquí y el ahora pasan a dominar tu rango temporal y por lo tanto aprendes a vivirlos y disfrutarlos mejor.

Por otro lado, un viaje exterior implica al mismo tiempo uno interior, aprendemos a conocernos más en situaciones poco habituales, y nos damos cuenta de que disponemos de recursos para superar cualquier situación, ello hace que nuestra autoestima aumente, y en consecuencia nuestro desarrollo personal alcanza cotas que en otras circunstancias no lograríamos.

Si a estas ventajas, añadimos la eliminación de estrés, creo que son argumentos suficientes para preparar la mochila y comenzar a volar.

Zona confort y zona de aprendizaje

La zona de confort es ese lugar mental en el que estamos a gusto con todo, y no pensamos en cambiar nada de nuestras vidas, Pero estar a gusto con todo, no necesariamente es bueno. Algunas personas están simplemente a gusto con los malos tratos, con la obesidad y con el fracaso en general, El problema de la zona de confort que tenemos como personas, es que nunca nos podemos liberar de ella. Es decir que en vez de salirnos de nuestra zona de confort, lo que hacemos es expandirla. Bueno, es posible salirnos por instantes, pero si convertimos en un hábito, salir de nuestra zona de confort en cierto aspecto específico de la vida, lo que realmente terminará pasando, es que nuestra zona de confort se expandirá, para comprender esos límites, imaginad una membrana de la que por instantes nos salimos, pero para protegernos, crece y nos vuelve a cubrir.

Es importante considerar, que si bien no es posible librarnos de nuestra zona de confort definitivamente, lo mejor entonces es hacerla crecer al máximo posible, Y para hacer crecer o expandir nuestra zona de confort, lo que deberemos llevar a cabo son actividades que nos incomoden, pero que nos lleven al éxito, Llevar a cabo trabajos incómodos sin objetivo alguno, nos saca de nuestra zona de confort, pero no nos lleva realmente a ninguna parte.

Tu zona de confort la comprenden muchos factores. Entre ellos destacan tus hábitos, tus rutinas, tus conocimientos, tus habilidades, tus actitudes y tus comportamientos. Es todo aquello conocido para ti y a lo que estás acostumbrado.
Zona de aprendizaje : A continuación de tu zona de confort se encuentra la zona de aprendizaje, donde sales a ampliar tu visión del mundo, y esto se consigue aprendiendo idiomas, viajando a nuevos países y conociendo nuevas culturas, aprendiendo o modificando hábitos, etc. Existen personas que realmente disfrutan en esta zona de aprendizaje mientras que otras no se sienten nada a gusto, intentando volver y permanecer en su zona de confort.
Zona de pánico/mágica: ¿Cuántas veces has pensado o te han dicho — y si te sale mal? Pues ésta es esa zona de pánico. La zona desconocida a la que poca gente se aventura porque se desconoce lo que hay en ella. La zona donde la gente no entra por miedo al fracaso o al qué dirán. Los más visionarios, optimistas y aquellos que han conseguido alcanzar el éxito y sus sueños llaman a ésta la zona mágica, la cual desconoces porque todavía no has estado allí. Ésta es la zona en la que te pueden ocurrir cosas increíbles.

Uno de los motivos por los cuales no se suele salir de la zona de confort es por el miedo a no poder volver a ella, lo cual no es cierto ya que tu zona de confort siempre permanece ahí, de hecho, puedes incluso aumentarla. Por eso, lo que realmente ocurre es que al salir se extiende tu zona de confort y aprendizaje. No se trata de un cambio en el que pierdes lo que ya tenías si no que es un proceso de desarrollo personal en el cual añades conocimientos, habilidades, experiencias, etc.

Para poder progresar tu motivación debe vencer a tus miedos. Miedo al qué dirán, miedo a fallar y miedo al ridículo o vergüenza. Cuando seas capaz de modificar tus miedos crecerá tu autoestima, necesaria para una nueva visión de la realidad.
¿Qué es lo que te motiva? Pues lucha por ello. Pero el camino no es fácil. Al salir de tu zona de confort tendrás que luchar. Al principio te sentirás vulnerable y débil ante esa nueva situación, pensarás que es muy arriesgado. Es normal que te sientas así, eres humano. Pero esto significa que estás aprendiendo y avanzando hacia tu sueño.

Recuerda: Fuera de tu zona de confort se encuentra un mundo lleno de posibilidades donde se encuentran tus sueños. Encuentra tu motivación y sal de esa zona de confort, si te quedas en ella nunca llegará lo que deseas. Ten paciencia, planifica y prepara tu estrategia, sé perseverante, positivo y sobre todo cree en ti.