La autenticidad

La autenticidad

Muéstrate como eres, ese es tu principal valor

Por Andrés Lourido

La acacia es un árbol que se enfrenta sola a los rigores del desierto. No necesita formar bosques inmensos donde cada individuo se protege de las inclemencias apoyándose en los otros. Hunde sus raíces en las pedregosas tierras y así permanece, impasible frente a vientos, temperaturas extremas, y lluvias torrenciales. A su lado no pasan grandes manadas de animales, ni ofrece alimento a un sinfín de fauna. Está sola, impasible. Desde su autenticidad observa cada día las dunas del desierto, ve la inmensidad del firmamento, las miles de estrellas, las lunas llenas que cada mes lo visitan, y observa como las caravanas de dromedarios pasan a su lado. No quiere parecerse a otro árbol, ella es así, auténtica. Cuando hay necesidad, ella está ahí para dar cobijo, para dar sombra. Y se acicala para que los turistas podamos fotografiarla. Si hay tormenta, ella se aferra a su tierra, como la mama a su familia. Y por encima de todo, ella nos dice que siempre va a estar ahí. Porque, a fin de cuentas, ella es tan auténtica que nada ni nadie va a hacer que cambie
 
 

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Soy una mujer Dreamhunter

Hace pocos días, explicándole a una amiga la filosofía de lo que yo entiendo por viajes Dreamhunter, surgió la idea de lo que para ella significaría ser una mujer Dreamhunter. Esto fue lo que me dijo, y es lo que quiero compartir hoy con todos vosotros:

«La mujer que elige un viaje con Dreamhunter es porque quiere más. No va con ella el ver un país con un circuito programado al milímetro con el guía de turno y la pulserita puesta del todo incluido.

Esa mujer huye de lo cotidiano, quiere conocer a fondo el país, su cultura y su gente. Quiere disfrutar coleccionando momentos, sintiendo una puesta de sol, perdiéndose en el laberinto de las calles, probando la comida típica del lugar y hablar con la gente. No le importa en qué hotel se alojará y si tendrá todo tipo de comodidades. Para ella, eso no tiene importancia. Quiere más y eso significa que durante el viaje se reencontrará con ella misma, dándose cuenta de muchísimas cosas, dónde aflorará su auténtica esencia, su auténtico yo.

Puede sentir cierto desconcierto por la proximidad del viaje, por visitar un lugar diferente, por adentrarse en una cultura desconocida, pero ese desconcierto en vez de hacerla huir le da alas para seguir adelante. Ella sabe que puede mirar de frente, sin apartar la vista y dar un paso decidido hacia delante.

No se acuerda de la rutina diaria, ni de las obligaciones, sólo le importa el presente, “ese presente”. Está preparada para que ese viaje le marque y le sirva como aprendizaje para sentirse mejor y será el punto de partida de un cambio personal.»

Y tú, como crees de debe ser una mujer Dreamhunter?

Los beneficios de viajar

Mucho se ha hablado de los beneficios de viajar, pero aquí me voy a centrar en aquellos que actúan directamente sobre nuestro desarrollo personal.

Una de las cosas que favorece el viajar, es romper con las rutinas, tanto las que provienen de las propias actividades cotidianas, como las emocionales. Ello nos ayuda a salir de la zona confort y a adentrarnos en la zona de aprendizaje, lo que ayuda a abrir la mente y a visualizar diferentes opciones ante circunstancias que en nuestro ambiente cotidiano tenemos automatizadas. (Por poneros un ejemplo, acostumbro a comprar en el mismo supermercado, por precio y calidad, al abandonar la zona que domino, debo adaptarme a la nueva circunstancia, buscar, comparar, preguntar…). Además de ello, el viajar nos enseña a conocer realmente los lugares por los que pasamos, no simplemente lo que nos cuentan las noticias o los periódicos, esto nos ayuda a ser mas tolerantes ya tener una mentalidad mas flexible.

Lo que mas aprecio de viajar, es el trabajo de autonomía tanto social como personal, además de que se agudizan al máximo los sentidos, lo que te hace ser más rápido a la hora de dar respuesta a momentos de incertidumbre. Todo ello supone que estas constantemente en presente y los problemas pasados y las imágenes de futuras pasan a ser un segundo plano. El presente, el aquí y el ahora pasan a dominar tu rango temporal y por lo tanto aprendes a vivirlos y disfrutarlos mejor.

Por otro lado, un viaje exterior implica al mismo tiempo uno interior, aprendemos a conocernos más en situaciones poco habituales, y nos damos cuenta de que disponemos de recursos para superar cualquier situación, ello hace que nuestra autoestima aumente, y en consecuencia nuestro desarrollo personal alcanza cotas que en otras circunstancias no lograríamos.

Si a estas ventajas, añadimos la eliminación de estrés, creo que son argumentos suficientes para preparar la mochila y comenzar a volar.